Legumbres

Me encantan las legumbres.

Con decir que mi plato favorito, de todos los del mundo mundial es la olla podrida, vamos, las alubias rojas con chorizo, tocino, oreja, pata, costilla, bola o relleno y morcilla. De rechupete. Lo mejor de lo mejor. ¿Se nota que soy de Burgos? Y de Carazo, que allí también se preparaban espectaculares. Además, todo era caraceño, las alubias cultivadas en sus tierras y los productos del cerdo, elaborados en sus cocinas.

Sin embargo, tengo un problema, me cuesta encontrar buenas alubias. Con los garbanzos y las lentejas no tengo tantos problemas, incluso con las alubias blancas, pero con las de color, no atino. Así que las tengo que cocer y mimar un montón para que salgan ricas.

Lo mismo me sucede con los productos del cerdo, no encuentro en Valladolid, adobados y curados, cuando voy a Burgos intento adquirirlos.

Pero como este tipo de platos no se pueden tomar nada más que en ocasiones especiales, cocino las legumbres con verduras y arroz y siempre ando a la caza de nuevas recetas. Para variar. Y en ensaladas. O como guarnición.