Hace un par de años hicimos una rápida visita a Palencia, para pasear un ratito por la ciudad, visitar algún que otro rincón, comer y poco más.
Es lo que nos permite hacer el poco tiempo que tenemos para una escapada, pero viene bien, salimos de casa y de la rutina, aunque tan solo sean unas horas.
El paseo del Salón, el aperitivo, la catedral, la comida y vuelta a casa.
Esta ha sido nuestra última excursión turística. Ya vendrán tiempos mejores.
Y por cierto, la tan afamada tortilla de patata no es más que una simple tortilla sin apenas cuajar, ¿y tiene tantos premios?