
Cuando viajo, o viajaba, me gustaba investigar sobre la gastronomía de la zona, del país en este caso. De ahí esta publicación, A Little Russian Cookbook.
Aunque la situación de Rusia en aquel momento, 1993, no estaba para muchas alegrías, los alimentos escaseaban, y los hoteles no ofrecían gran cosa.
Aún así, pudimos tomar algún plato típico, como la sopa de remolacha, que me encantó, los blinis, las gelatinas, y por supuesto el caviar y el cangrejo, esto prohibitivo por supuesto, aquí y ahora.
Este librito es un recuerdo de aquellas vacaciones, lo compré allí, de verdad, aunque esté en inglés y publicado en Belfast.
Alexander, Tania y Konnova-Stone, Vera, A Little Russian Cookbook, Belfast, 1990, 60 páginas.